miércoles, 10 de septiembre de 2008

BIENVENIDA PRIMAVERA

CELEBRACION DEL  EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

La Primavera es la estación del año asociada a la Esperanza y al Amor. Porque después de un largo y frío invierno, aparecen los primeros soles que suben nuestros ánimos y el optimismo.

Y en la Primavera también florece el amor por todas partes. El canto de las aves, su cortejo amoroso, el nacimiento de los polluelos contagia de amor a toda la naturaleza, incluyendonos, porque al final todos somos parte íntima de la Tierra.

Pero todo lo que florece es porque una semilla ha muerto en el invierno, y en esa continua magia de transformación, ha surgido una nueva vida. En consecuencia morir y nacer es una realidad tan inseparable como el día y la noche, o como el calor y el frío. No se puede comprender uno sin el otro.

Como toda celebración, es un período de recogimiento. Para los seres màs sensibles e intuitivos, los estados físicos de la naturaleza reflejan estados energéticos, estados emocionales, estados mentales y espirituales que son anteriores a los estados físicos. Para otros, será exactamente a la inversa. Es decir, los estados físicos provocarán diversos estados de conciencia . Como quiera ser considerado, es evidente que nuestros estados emocionales cambian entre el invierno y la primavera.

Las sugerencias de los sabios es agradecer al invierno todas las reflexiones que nos haya traído. El agricultor, el campesino, saben desde tiempos inmemoriales que deben "sacrificar", que deben "matar" parte de su cosecha del año anterior, enterrándola en la tierra, para dar a luz nuevas cosechas en la Primavera y en el Verano.

COSECHADORES DE LA CONCIENCIA

Como grandes "cosechadores de nuestra conciencia" debieramos emular a los campesinos y hacer un período de cierre del invierno, y proceder a "enterrar" pensamientos, sentimientos, emociones tanto positivas como negativas, para que florezcan nuevas ideas, nuevas tendencias, nuevas actitudes en nosotros.

En todas partes de la Tierra se celebra con alegría la llegada de la primavera. Es que el Sol es contagioso y trae belleza. Pero el ser humano está dotado de la razón, de inteligencia, de amor y de espiritualidad. Por lo tanto, es sabio también expandir el Sol del Discernimiento a nuestra conciencia y antes de celebrar la Primavera, meditar o reflexionar sobre la "muerte" que haya traído el invierno a nuestras vidas.

LAS CONSTELACIONES DEL INVIERNO

El invierno lo vivimos bajo las constelaciones de Cancer, Leo y Virgo y cada una dotada de energías tan diferentes ha provocado transformaciones en nosotros. Se concluye con Virgo que es la Constelación de la Virgen, del Amor puro. Es la embarazada de Dios. Somos nosotros como seres humanos que tomamos conciencia de estar "embarazados de la chispa divina". Es tomar conciencia que Dios está dentro de nosotros, pero de una manera cierta y vivida, como un bebé está dentro del vientre materno. No es sólo "creer" en Dios. Sino sentir su presencia latente, cálida y real. También el comprender esa presencia, nos hace sentirnos más calmos y fuertes a la vez, porque sabemos que tenemos un ser interior que hacer emerger, un ser que dar a luz.

Entonces, el invierno ha concluido con la Sabiduría de que somos portadores de una gran semilla espiritual, que la hemos guardado, que la hemos contenido, como lo hace la tierra con los granos de trigo sembrados por el campesino durante el largo invierno. Y esa conciencia del ser atesorada, guardada, deberá ser potenciada durante la primavera. Entonces, en el resumen del invierno, tomar nota de las fuerzas, sueños, planes que hemos guardado, para que sintamos la continuidad de la vida. Comprender que el invierno nos ha preparado para la nueva etapa de alegría que comienza.

LAS CONSTELACIONES DE LA PRIMAVERA

Virgo le traspasa la misión a Libra, Escorpión y Sagitario. No me referiré a ellas en este artículo, porque quiero destacar la gran fuerza interior que nos ha entregado el invierno. Y quien lea este artícuo, no importa la época en que lo lea, medite y reflexione sobre lo aprendido en el invierno. ¿Hemos perdido algo? ¿Algo se ha roto en nuestras vidas? Bueno, pensemos como el campesino y simbólicamente en nuestra meditaciòn enterremos esa pérdida en la tierra. Sembremos nuestros dolores, nuestras penas, nuestras malas actitudes, también nuestros planes, y sueños y luego visualizemos con nuestra imaginación como surge un nuevo brote lleno de fuerza y de vitalidad. Veamos como florece de color y de belleza y recuperamos con creces lo perdido, o recuperamos muy aumentada la buena semilla que hemos sembrado.

CEREMONIA DE EQUINOCCIO DE PRIMAVERA

En todo el mundo hay muchas formas de celebrar la primavera, pero mi sugerencia es hacerla en dos etapas.

1. Despedir el invierno.

Simbólicamente enterrar con nuestra mente y corazón nuestras semillas y agradecer al invierno por la oportunidad que nos ha dado de reciclarnos. Escribir en un papel:
a. Nuestras pérdidas, nuestras dificultades y dolores. 
b. También lo bueno que nos ha ocurrido como una siembra de grandes semillas para que crezcan en la primavera y den frutos en el verano. 

Hacer esto en un momento de tranquilidad, de paz y de calma. Luego en el dìa de la bienvenida de la primavera, quemarlo o enterrarlo. Cada cual puede hacerlo a su manera con sus amigos, o familia o empresa u organizacion. Es posible darle más entusiasmo externo a la despedida del invierno, haciendo una gran fogata, o quemando algunas ropas viejas.  O bien simplemente colocando o  enterrando nuestras manos en la tierra por algunos instantes, para agradecer a la tierra la oportunidad que nos da de morir, de reciclarnos y de renacer.  Lo fundamental es hacer la reflexión interior, meditar,  más allá de la ceremonia externa. Lo que màs interesa desde el punto de vista de la evolución de la conciencia, es la ceremonia y actitud interior.

2. Recibir la primavera.


Al igual que la despedida del invierno, es fundamental  proyectar con nuestro corazón que deseamos vivir y cultivar en la primavera. Visualizar nuestros sueños, nuestras esperanzas, nuestros planes internos y externos. Escribirlos en un papel. Meditar, reflexionar sobre ellos. Y quererlos con todo el alma, con mucha alegría. Visualizar como se empiezan a hacer realidad durante la primavera. Ofrecer esos planes al Cielo, quemar ese papel. (Sugiero guardar una copia para compararla con lo real en tres meses más cuando llegue el Verano.)

Luego, según las posibilidades de cada cual, saludar al Sol el día del Equinoccio de Primavera o el día en que tengan tiempo para hacerlo o cuando lean este artículo. Lo relevante es recibir la primavera conscientemente. Ojalá el día exacto, pero como no siempre coincide con nuestros tiempos disponibles, hacerlo en el día en que tengamos un rato de paz para saludar al Sol. Tal vez, lo hacemos en el patio de nuestra casa, o desde la ventana del departamento, o en un parque

3. Forma de la Ceremonia

Entonces la Ceremonia indicada tiene una parte en que saludamos a la madre tierra, la gran recicladora, ( el invierno),  y otra parte, en que saludamos al sol, que trae la luz y la esperanza, el futuro. En la primera parte honramos el pasado y en la otra saludamos el futuro. Y así tal vez aprendamos a vivir en un Eterno presente, en el cual nuestros sueños y esperanzas unidos al ritmo del Cosmos se hagan realidad.

Hay mil formas creativas de dar la bienvenida a la primavera. Cantar, bailar, reir, festejar, escribir y recitar poemas, etc. Colocar flores en el hogar, llenar de colores. Pero lo fundamental es que se incluya la celebracion interior, para que los frutos guardados en el vientre de la creaciòn, se vayan manifestando durante la primavera. Porque todos los sabios y maestros de Sabiduría siempre han enseñado que somos seres inmortales, que somos un niño dios en potencia, que somos seres luminosos. Por algo será que lo enseñan. En estas breves ceremonias, cada cual debe recordar ese luminoso origen y pedir al sol espiritual que ilumine nuestro sendero hacia la armonia y la felicidad.

4. Ceremonias en colegios

En los colegios es fundamental enseñar a los niños y jovenes a desarrollar esta ceremonia porque aprenderán a vivir de manera más natural y espiritual a la vez.  Comprender que somos parte del universo. Todos los profesores son muy creativos y pueden darle un contenido de reflexión interior. Lo esencial es hacer las dos reflexiones, el cierre del invierno y la proyección hacia el futuro. Así se les enseña que pueden ser los arquitectos de su propio destino.  Que el alumno aprenda a descubrir por analogía el Sol espiritual, como quiera que cada cual lo entienda según su cultura, su religión, su filosofía o su imaginación. Despertar la conciencia de Luz, la Inteligencia para comprender la maravillosa armonía de la vida, ayudar a entender que la vida es ciclíca, que no es lineal. De esta forma enseñar a los estudiantes de que siempre hay altos y bajos en la vida, pero que siempre hay un punto en el cual podemos unir ambas circunstancias en nuestra conciencia, porque la vida misma, la naturaleza,  se renueva constantemente. 

CONTACTO CON INSTITUCIONES O EMPRESAS

Se puede ayudar a desarrollar esta significativa ceremonia a profesores o lideres de organizaciones.
Publicado el 21-09-2007
Actualizado el 10-09-2008